A partir de los dos o tres años, los niños ya pueden realizar algunas tareas domésticas como regar las plantas, ordenar los juguetes o tirar las cosas a la basura.
Y a partir de los cinco ya pueden hacerse la cama. Está demostrado que este hábito tan sencillo ayuda a sentirnos bien a primera hora del día porque actúa como un logro en cadena. Nos sentimos bien por haberlo realizado y eso nos llevará a querer conseguir más logros. Nos motiva y nos prepara para afrontar el día con ilusión. Por eso es tan importante que los niños adquieran el hábito de hacerse la cama, tengamos ayuda o no en casa. Una frase que me encanta es:
“Si quieres cambiar al mundo empieza por hacer tu cama”
Almirante William H. McCraven
Al igual que hacerse la cama, realizar el resto de tareas domésticas (adaptadas a cada edad), les facilita el establecimiento de hábitos tan importantes para su desarrollo futuro. Los hábitos dan seguridad y permiten desarrollar la competencia lógica.
Realizar tareas en casa es una forma de aumentar la autoestima de los niños, puesto que lo perciben como un gesto de confianza en sus capacidades y se sienten valorados por sus padres.
También sabemos que los niños que participan desde pequeños en las tareas del hogar suelen ser más organizados en sus estudios, en su cuarto, la higiene personal, etc … lo que repercute de forma positiva en su futuro rendimiento académico y profesional.
¿Cómo hacer que los niños ayuden en casa?
1.- Adaptar las tareas a cada edad. Incluyo una tabla muy completa editada por la revista Etapa Infantil, donde se recogen muchas tareas domésticas por edades, pero que habrá que adaptar según el proceso madurativo del niño.
2.- Mostrarles cómo se hace tantas veces sean necesarias. Pero siempre como si fuera un juego. No hay que utilizar las tareas domésticas como si fuera un castigo a realizar.
3.- Animarles en cada tarea realizada, aunque no esté perfecta. Es mejor comenzar por una tarea fácil y que le guste. Y armarse de paciencia. La EAE bussines school dice que para interiorizar un hábito un adulto necesita veintiún días, y un niño sesenta y seis días. Algunos más, otros menos, cada niño es distinto.
Muchas veces hablamos de la importancia que tiene para los niños la lectura y la comprensión lectora. Pero esta vez vamos a ser más exactos, vamos a «convenceros» de lo bueno que es para la salud leer cuentos, ya tengas tres, treinta o sesenta años.
Clive Staples Lewis, escritor irlandés conocido por ser autor de Las crónicas de Narnia decía:
“Un día llegarás a ser tan maduro, que volverás a leer cuentos”
Y es que los beneficios de leer cuentos son múltiples. Muchos son los artículos y los estudios que hablan de ello, pero los vamos a intentar sintetizar:
1.- El beneficio del afecto. Por encima de todos ellos. Para los niños contarles cuentos es mucho más que eso. Es decirles que los amas profundamente y quieres estar con ellos.
2.- El beneficio de la imaginación y la creatividad. Porque todo vale y los niños son capaces de crear históricas fantásticas y magníficas que los transportan a otras épocas o lugares, reales o imaginados.
3.- El beneficio de la empatía. Los niños se ponen en el lugar de los personajes lo que les ayuda a identificar situaciones, emociones o sentimientos con los cuales se sienten identificados. Tal cómo resuelva el conflicto el personaje, les dará a ellos trucos y recursos para resolver sus propios conflictos personales o sociales.
4.- El beneficio del aprendizaje. Leer cuentos es una forma de aprender disfrutando y sin que me lo exijan. Podrán aprender vocabulario, geografía o nombres de plantas, según el cuento que elijan.
5.- El beneficio del pensamiento crítico. Y es que enlazado con el beneficio de la empatía, los cuentos les dan mucho que pensar a los niños. Sobre cómo son los personajes, si actúan bien o no, si se ven identificados, si hubieran hecho lo mismo. Todo ello les hace reflexionar sobre situaciones similares a las que se enfrentarán el día de mañana.
6.- El beneficio de la atención y/o concentración. En la era de las nuevas tecnologías y el exceso de información que les llega a los niños permanentemente, todos hemos comprobado que en general les cuesta mucho concentrarse y terminar cualquier tarea. La lectura de un cuento les ayudará a fomentar esta cualidad.
Botiquín del alma para griegos, el lugar sanador del alma para los egipcios, la casa de la memoria para los sumerios, océano de gemas para tibetanos.
Las imágenes son del año 2019. Celebramos este día en la Biblioteca Municipal de María de Huerva.
Para el año 2021 está prevista la inauguración de la Biblioteca Municipal de Arbués.
Gracias al apoyo del Ayuntamiento de Bailo, y a numerosos amigos y colaboradores que estáis donando libros para que su existencia sea posible: Pedro, Ana, Carmela, Santi, Pili, Esther, Miguel Angel, Luis, Maite, José, Ana, Lucía, María, IS Corona de Aragón, …
Ana Alcolea nació en Zaragoza y allí cursó sus estudios de Filosofía y Letras. Ha sido profesora de lengua y literatura durante muchos años.
Desde que publicó El medallón perdido en 2001, ha sido una prolífica y extraordinaria escritora. Entre sus publicaciones destacan las editadas por Anaya en colaboración con el ilustrador aragonés David Guirao:
El secreto del galeón, El secreto del espejo y El secreto de la esfinge
El abrazo del árbol, El abrazo de la sirena y El abrazo de las amapolas
En mi opinión Donde aprenden a volar las gaviotas (2007) destaca por encima de todos. Creo que debería ser de lectura obligada en los institutos.
Sus libros destacan por el uso magistral y claro del lenguaje, unas tramas que te atrapan desde el primer momento y unos personajes muy empáticos y emotivos con los cuales nos podemos ver identificados nosotros mismos o las personas de nuestro entorno.
Recientemente ha publicado su segunda novela para adultos El brindis de Margarita.
Si siempre ha sido difícil que los niños sientan amor por los libros, hoy en día lo es mucho más. Es más fácil y cómodo para ellos jugar a la WII, la Play Station o la Xbox.
Pero una cosa no quita la otra, en eso estamos todos de acuerdo.
Leer desde la infancia hace que no solo se incrementen sus aptitudes lingüísticas y culturales, sino que les abre un campo de visión maravilloso hacia otras culturas, países, personas o situaciones.
Los niños que leen:
Primero: Desarrollan la memoria y sus aptitudes lingüísticas y culturales. Leer nos hace más cultos, mejora nuestras faltas de ortografía, amplia nuestro vocabulario, etc.
Segundo: Desarrollan su creatividad despertando la imaginación. Abriéndoles los ojos a otras formas de vida o de actuar. Lo que les ayudará de forma extraordinaria a tomar decisiones o a afrontar problemas el día de mañana.
Tercero: Desarrollan la empatía, facilitando, entre otras cosas, el trabajo en equipo. La empatía será primordial a la hora de resolver problemas y de relacionarse mejor con los demás a lo largo de toda su vida.
Y todo esto desde nuestra más tierna infancia. Los niños son como esponjas gigantes. Son capaces de retener y asimilar mucha más información de la que podemos imaginar.
Recomiendo empezarles a leer desde muy pequeñitos. Antes de los doce meses ya se les puede leer cuentos cortos con mucha ilustración.
Cuando son un poquito más mayores pero aún no saben leer, les encantará que nos sentemos con ellos antes de ir a dormir, y que les leamos nosotros los cuentos.
Pueden ser cuentos de reciente edición o adaptaciones de cuentos clásicos.
Y cuando ya saben leer, aunque sea despacio, disfrutarán de ser ellos mismos los que lean los cuentos que de pequeñitos les leían papá o mamá.
Mis cinco recomendaciones:
1º Elegir un cuento adaptado a su edad. Hoy en día todas las editoriales lo indican en la contraportada.
2º Dar ejemplo. Si tu hijo te ve leer, seguramente él también sentirá interés por la lectura.
3º No obligar. Leer no es una obligación. Cuando son pequeños, es un momento de cariño y apego entre padres e hijos. Leer juntos un cuento, es para disfrutar de ello. Para hacer algo incrementando los vínculos afectivos.
Sino le apetece leer es mejor dejarlo para otro día y no insistir.
4º Tener libros a mano. ¿Cómo van a leer de motu propio sino tienen libros en casa?. Un libro es un regalo estupendo. Siempre debería tenerse en cuenta a la hora de planificar los regalos de cumpleaños o para incluir en la carta a los Reyes Magos.
5º Acompañarles a la biblioteca o la librería. Es una actividad estupenda para planificar un fin de semana de vez en cuando. Se puede aprovechar esas tardes frías y lluviosas de invierno, o esas mañanas de calor insoportable en verano. Pasar un par de horas con ellos en la biblioteca de tu barrio o ciudad con es una experiencia maravillosa, positiva y casi terapéutica. Vagar por las estanterías de libros, ojearlos con ellos, comentar las ilustraciones o los títulos, sacarles el carnet de la biblioteca, comprarles el libro que ellos decidan como premio a una gran semana …, son algunas de las actividades que podemos regalarles.
En resumen, leer cuentos a los niños les duerme los ojos, pero les despierta el cerebro.
¿Conoces a la ilustradora Mamen Marcén? Ganó el concurso del Cartel Anunciador de las Fiestas del Pilar 2018 con su obra ‘La Pili’.Desde hoy, la zaragozana expone en el Espacio Tránsito del Centro de Historias la instalación ‘Adormilados’.
La podrás ver hasta el 15 de noviembre.
Los protagonistas de la muestra son seres de un mundo imaginario, creados durante el estado de confinamiento. Mamen destaca que «Adormilados muestra a personajes de un mundo fantástico donde la naturaleza y la calma lo inundan todo, combinando técnicas digitales con otras más tradicionales, como la pintura acrílica sobre madera. En ella se recogen cinco ilustraciones digitales de personajes femeninos que se confunden entre elementos de vegetación, cuatro cajas de madera recortada creando pequeñas escenas, figuras de lana enfieltrada y una animación».
La reflexión sobre «nuestro frenético estilo de vida» durante el confinamiento es lo que asegura la ilustradora que le llevó a realizar esta instalación. «Una de las cosas que más me sorprendió fue que mientras que todos estábamos encerrados, la naturaleza seguía su lento curso, más libre y menos castiagada». A modo de fábula, valora la calma y la sencillez gracias a unos seres de un mundo imaginario donde la naturaleza lo inunda todo y se funden con ella.
«Estos seres no entienden qué es la prisa, y nos miran taciturnos porque si pudieran hablarnos. ¿Qué nos dirían?, tal vez que somos nosotros los que llevamos mucho tiempo como adormilados…», explica la zaragozana.
Presentación en Bailo del cuento “Poesía Visual para niños”
Con la profesora Rosa Labordeta
17 agosto. Feria del Libro de Villanúa
Con Libros de Ida y vuelta, Editorial Cosquillas, Editorial Sin Cabeza, Libros del Rescate, Roberto Malo, Librería Prólogo, Pregunta Ediciones, Los Libros del Gato Negro, Librería General de Jaca, Olifante Ediciones de Poesía, Luces de Bohemia y Editorial Fuendepila de Anita de Arbués.
La practica deportiva ayuda a los niños a desarrollarse y también a relacionarse. Aprenden a disfrutar, a trabajar en equipo, a seguir unas directrices. También aprenden, o deben aprender, a ser solidarios, a superarse y, como no, a perder.
El fútbol es el deporte más popular en España, para mayores y para niños. Pero muchas veces se deja a un lado todo lo positivo que aporta y parece que lo más importante es ganar. En los colegios, el fútbol es lo que más conflictos trae. Muchas veces aquellos a los que no les gusta el fútbol están marginados. De hecho hay colegios en los que algunos días no se permite a los niños jugar a este deporte en el recreo y se les proponen otros juegos alternativos.
Anita de Arbués publicó a finales del año pasado el libro ‘Yo quiero ser futbolista… o no’que intenta transmitir valores como el respeto y la autoestima. El prologo lo firma Alberto Zapater, capitán del Real Zaragoza.
¿Cómo surgió la idea de escribir este cuento?
Anita de Arbués: Suelo visitar muchos coles a lo largo del año para realizar actividades didácticas sobre valores humanos o creación literaria. A lo largo de los dos últimos años he realizado una actividad para fomentar la igualdad y la corresponsabilidad en casa a través del cuento ‘Yo no quiero ser princesa’. En un momento dado les preguntaba a los niños ¿Qué os gustaría ser de mayor?.
Mientras son pequeños (de educación infantil aproximadamente) las respuestas eran las profesiones de sus padres y madres (albañil, médico, agricultor) o las míticas como peluquera, maestra o policía.
Cuando realizaba la actividad en primaria la respuesta era una apabullante mayoría de “futbolistas” o “youtubers”. Y no es que tenga nada en contra de estas profesiones, sino que me parecía que los niños y niñas estaban cegados por una imagen pública que no se ajusta a la realidad. Sólo un pequeñísimo porcentaje de ellos o ellas llegará realmente a poder vivir del fútbol como profesionales.
Esto se unió a que en la mayoría de los coles a los que iba me comentaban que el fútbol era un generador de conflictos habitual en los recreos. De hecho, comencé a pensar que había un serio problema cuando la mayoría de ellos habían llegado a la misma conclusión: prohibir el fútbol en los recreos varios días a la semana. En Logroño, Huesca, Granada o Vigo. Incluso en el cole de mis hijos y de mis sobrinos.
¿Por qué crees que el fútbol genera conflictos?
Anita de Arbues: Comencé a preguntar más a fondo y en la mayoría, el fútbol generaba conflictos en los colegios por dos motivos. Porque se “desprecia” a los niños que no son futboleros y porque impide que se jueguen a otros deportes (en muchos casos hay un campo para todo el cole y tienen que convivir baloncesto, fútbol o comba a la vez).
Alberto Zapater: Si hablamos del campo es a veces la misma competitividad al que debemos añadir el egoísmo, la falta de respeto a veces al entrenador, a los árbitros. También están algunos padres que incitan. Lo malo es que se pierde la esencia: jugar, aprender, divertirse. Ademas parece que nos educan solo para el éxito, para ganar, para que todo vaya bien, cuando en el fútbol lo que mas haces es perder. Se nos olvida lo mas importante: el camino que lleva a ello, el sacrificio, el esfuerzo, el darlo todo, esas emociones únicas.
¿Piensas que se lleva al extremo la pasión por el fútbol en algunos casos?
Anita de Arbues: Así es. Y eso es lo que perciben los niños. En el fútbol “todo vale”… parece que les transmite la sociedad. Pero afortunadamente no es así. Alberto Zapater ha escrito un precioso prólogo en el que les habla a los niños de la importancia de mantenerse firme en los valores humanos. En que “no todo vale”. En que el esfuerzo y la bondad son partes esenciales tanto si vas a ser un gran jugador de fútbol como si no. Es un prólogo magnífico que debería ser lectura obligada todos los años en los clubes deportivos, por lo emotivo y directo que es. Yo misma se lo leo a mis hijos de vez en cuando.
Alberto, dices en el prologo que el jugador se acabará pero la persona no, ¿Cómo deben ser los niños antes de ser futbolistas?
Alberto Zapater: Ser futbolista es un sueño, pero es una lotería, muy pocos llegan a dedicarse a ello de verdad. Los estudios son muy importantes, antes de ser futbolista hay que ser una persona educada.
¿Qué tiene que cambiar para que el fútbol no genere tantos conflictos entre los pequeños? ¿Qué es lo que no vale?
Alberto Zapater: Los futbolista profesionales deberían ser ejemplos, todo lo que hacen mal se debería penalizar y con dureza. Y aquí hablo de ponerte a un centímetro de la cara del arbitro, celebrar el gol con desprecio al otro equipo. Eso los niños lo ven y lo repiten en el cole.
¿Qué mensaje transmite ‘Yo quiero ser futbolista… o no’?
Anita de Arbués: El mensaje que pretende transmitir es doble. Por un lado, pretendo decirles a los chicos y chicas que el fútbol es genial si te gusta, pero que también hay un montón de alternativas sean otros deportes (baloncesto, balón prisionero, pitchball, …) o sean otras actividades más intelectuales (robótica, ajedrez, …). Y por otro, la importancia de practicar deporte de forma sana y limpia, respetando a tus compañeros y a tus contrarios.
¿El mensaje es sólo para los niños?
Anita de Arbués: No, este mensaje tiene que empezar por las familias y los entrenadores. Los padres son los primeros que tienen que transmitir a los hijos los valores del respeto y el juego limpio. No es raro ver en las noticias una enganchada de padres en partidos de fútbol base, y ver eso pone los pelos de punta.
Los niños tienen que salir al campo a disfrutar, a divertirse, a aprender jugadas, a ayudarse entre ellos, a hacer probatinas con los pases y los regateos. No a ganar a muerte donde todo vale, incluyendo insultos, patadas o zancadillas. Estoy hablando todo el rato de fútbol base. De fútbol infantil. De niños de 6 a 12 años.
Háblanos un poco mas de este cuento…
‘Yo quiero ser futbolista … o no’ es una historia emotiva y divertida. Los niños se ven reflejados en Leo o Alejandra, los protagonistas. A través de ellos viven la convivencia del vestuario o del banquillo. Lo chulo que es chutar a tu portero en los entrenamientos y ver sus paradones. Lo bueno del compañerismo y la amistad. El apoyo incondicional de tu entrenador y tu familia, peso a cualquier dificultad que pueda acontecer… aunque sea no volver a jugar al fútbol por prescripción médica. Bueno, no quiero hacer spoiler, como diría mi hija.
¿Cual ha sido el feedback hasta ahora? Por parte de los padres, de los profesores, los niños…
Anita de Arbués: Una parte me llama ilusa. Que digo todo esto porque: “tú no sabes mucho de fútbol ¿no?”. No hace mucho me quedé muy sorprendida cuando un padre, muy amablemente por cierto, me explicó lo que era una “falta táctica”. Que son necesarias… Que son parte del juego…
Alberto Zapater: El tema de los padres es algo que me tocará en un futuro, da igual que deporte elijan mis hijos. Es complicado ver un partido de niños y no escuchar a los padres, cosa que pasaba en mi época también. O el típico padre que está al lado de la portería, o el que le protesta al arbitro. Lógicamente eso no debería existir.
¿Entonces sabes o no sabes de fútbol?
Anita de Arbues: No, no se mucho de fútbol. Pero tengo sentido común. ¿Una zancadilla o una patada en el tobillo que pase desapercibida para el árbitro es una buena jugada? Pongo los ojos en blanco. Pero en general la acogida ha sido muy buena, los niños se divierten mucho cuando cuento la historia y los entrenadores y educadores agradecen algo de apoyo “táctico”. De hecho, a raíz de hacer actividades en los colegios, surgió la idea de la redacción de un ‘Minimanual de Inteligencia Emocional para familias, educadores y entrenadores’ , redactado por http://www.metodoemociona-t.es y que verá la luz antes del verano.
¿Te gusta el fútbol?
No. No me gusta el fútbol. Me gusta el deporte.
¿En qué proyectos estas involucrada ahora? ¿Piensas ya en el siguiente libro?
Buena pregunta. En mi cabeza tengo unos cientos de proyectos en marcha, pero factibles y que se puedan contar, cuatro. Dentro de la editorial trabajamos con tres colecciones, Valores, Leyendas y Creatividad. Para nosotros son los tres pilares fundamentales en el desarrollo emocional y cognitivo de los niños, pero faltaba algo. Los valores humanos, la creatividad y el sentimiento de pertenencia a tu familia y tu lugar de origen se transmiten desde bebés, pero los bebés crecen y cuando son más mayorcitos necesitan otro tipo de seguridad que les ayude a gestionar sus pensamientos y las acciones de los que les rodean. Por ello nace ‘Sensaciones’, la cuarta colección de Editorial Fuendepila. Será en otoño si todo va bien con la publicación de un libro sorprendente dirigido a niños de 9 a 12 años, ‘El secreto de Carla’.
También estamos trabajando con la traducción al idioma inglés de ‘Yo no quiero ser princesa’, ‘I don´t want to be a princess’. Para la colección ‘Leyendas’ estamos trabajando en una nueva redacción de una leyenda de Daroca. Estamos realizando las últimas correcciones al texto y a la vez andamos a la búsqueda de un/a ilustrador/a para ponerle magia a la historia.
En la colección ‘Valores’ publicaremos este año una edición muy cuidada de Los pajarillos de barro ilustrado por Marina Infante, una gran ilustradora aragonesa afincada en Madrid. La trama es una preciosa historia que me contaba mi abuela cuando era pequeña. Trata el tema del bullying (pero para primera infancia). Ella me contaba qué había ocurrido en Arbués hace muchos años. A ella se lo contó la abuela Alejandra (mi bisabuela). “Abusones han existido siempre” me decía. Habla del acoso pero una forma muy sutil, está dirigido a niños de infantil y primer ciclo de primaria.
Bailo fomenta el juego limpio con un torneo de fútbolRicardo Grasa. Diario del Altoaragón. 13/05/2019
La actividad recoge los valores de un cuento elaborado por la autora local Anita de ArbuésJACA.- La Asociación Cultural y Recreativa de Bailo (Acurba) y la editorial Fuendepila de Arbués organizaron recientemente el I Torneo Fuendepila Respeto y Juego Limpio en Bailo. El evento congregó a una veintena de niños y niñas de 6 a 13 años que jugaron en las filas del Fútbol Club Alegría y el Real Club Deportivo.El duelo se enmarca dentro de las actos ligados al cuento infantil “Yo quiero ser futbolista… o no”, publicado el pasado año por la escritora Anita de Arbués, natural de dicha pedanía. Su objetivo es “promover valores esenciales como el respeto, el compañerismo, el juego limpio y la confianza en uno mismo, a través del deporte”.Por el Fútbol Club Alegría, jugaron Alberto, Fabio, Mateo, Eloy, Lucía, Martina, César, Maitane y Senda, mientras que Eco, Íñigo, Eneko, Elías, Lucas, Lola, Amaya, Nuria y Paula defendieron los colores del Real Club Deportivo en este encuentro lúdico disputado en Bailo.El compañerismo y el juego limpio fueron los protagonistas del partido, que estuvo muy igualado. Todos los niños se animaron a la hora de tirar los penaltis, regatear o realizar jugadas, emulando a sus ídolos, como el delantero oscense Enric Gállego o el capitán zaragocista, Alberto Zapater, que realizó el prólogo del libro. Tras el partido, todos los jugadores recibieron una mochila de regalo con agua, fruta, merienda y material escolar.
Lucía es la princesa del reino de Marmillera, pero ella no quiere ser princesa y nunca lo ha querido. Para ella ser princesa es un rollo, porque sus padres no le dejan hacer muchas cosas que le gustan como: cocinar, caminar bajo la lluvia, tocar el tambor… No sabe cómo se las apaña pero, al final, su madre siempre la pilla haciendo esas cosas y siempre le dice la misma frase: ¡Eso no lo hacen las princesas!Pero ella nunca ha elegido ser princesa y por más que lo piensa, no entiende porque no puede hacer esas cosas que para ella son tan divertidas. Aunque lo que menos le gusta es cuando sus padres le presentan a “Príncipes encantadores”, se aburre muchísimo hablando con ellos, no tienen ningún tema en común.
Lo que ella realmente quiere hacer es ir a estudiar a la universidad pero sus padres, como ya os podréis imaginar, lo primero que le dijeron, es que las princesas no van a la universidad sino que estudian en el castillo: música, costura, baile y protocolo.
Afortunadamente un día llegará al castillo su tía Emily, que la ayudará a luchar por conseguir sus sueños y a no cesar en el intento, por muchos obstáculos que se encuentre por el camino. ¿Conseguirá hacer las cosas que le gustan? ¿O finalmente se dejará llevar por un destino impuesto desde pequeña que nunca le ha gustado?
Valores que trabaja Yo no quiero ser princesa
El esfuerzo y la confianza en sus ideas son los ejes sobre los que gira esta historia. Lucia va a mostrar a muchos niños que deben creer en sí mismos y realizar las cosas que les gusta, independientemente de su género. Y lo más importante, la única persona que debe marcar su destino es uno mismo y nunca deben imponérselo los demás. #igualdaddegenero#cuentos
Leo es un apasionado del fútbol. Todas las semanas va a entrenar con sus amigos y amigas en el equipo de su colegio. A Leo se le da muy bien y todo el mundo dice que es un crack, pero además es un buen compañero, que se preocupa del resto de jugadores en todo momento: les da pases, les ayuda cuando se han hecho daño…
Leo sueña con ser jugador de mayor en un equipo importante, como su compañera Alejandra, pero un día Leo comienza a estornudar durante un partido, al principio nadie le dio importancia, y siguió jugando al fútbol, pero sus padres, preocupados, porque cada vez que jugaba al fútbol no paraba de estornudar, le llevaron al médico. Leo recibió una dura noticia. Tenía una extraña alergia que le impediría volver a jugar al fútbol. Leo se sentía fatal, su sueño, en un instante, se había esfumado y estaba tan triste que no sabía cómo encajar aquella noticia.
Poco después, Leo comenzó a asistir a clases de robótica y aunque al principio no le gustaba mucho, acabó siendo una pasión importante para él. Leo fue capaz de ir a ver a sus amigos a partidos de fútbol e incluso les animaba como el que más, aunque sentía pena de no poder jugar con ellos.
Finalmente, Leo aprendió que no hay que rendirse ante las adversidades y que “si el plan no funciona, cambia el plan, no la meta.” Así termina este bonito cuento.
Valores que trabaja Yo quiero ser futbolista … o no
La igualdad de género. Algo que me gusta de este cuento es que aparecen niños y niñas jugando al fútbol en el mismo equipo del cole. Además, una de sus mejores amigas, Alejandra, será una estupenda futbolista de mayor. El espíritu de lucha y superación.
Como veis un bonito mensaje con unas preciosas ilustraciones.
Espero que la reseña de la semana os haya gustado.