
Si siempre ha sido difícil que los niños sientan amor por los libros, hoy en día lo es mucho más. Es más fácil y cómodo para ellos jugar a la WII, la Play Station o la Xbox.
Pero una cosa no quita la otra, en eso estamos todos de acuerdo.
Leer desde la infancia hace que no solo se incrementen sus aptitudes lingüísticas y culturales, sino que les abre un campo de visión maravilloso hacia otras culturas, países, personas o situaciones.
Los niños que leen:
Primero: Desarrollan la memoria y sus aptitudes lingüísticas y culturales. Leer nos hace más cultos, mejora nuestras faltas de ortografía, amplia nuestro vocabulario, etc.
Segundo: Desarrollan su creatividad despertando la imaginación. Abriéndoles los ojos a otras formas de vida o de actuar. Lo que les ayudará de forma extraordinaria a tomar decisiones o a afrontar problemas el día de mañana.
Tercero: Desarrollan la empatía, facilitando, entre otras cosas, el trabajo en equipo. La empatía será primordial a la hora de resolver problemas y de relacionarse mejor con los demás a lo largo de toda su vida.
Y todo esto desde nuestra más tierna infancia. Los niños son como esponjas gigantes. Son capaces de retener y asimilar mucha más información de la que podemos imaginar.
Recomiendo empezarles a leer desde muy pequeñitos. Antes de los doce meses ya se les puede leer cuentos cortos con mucha ilustración.
Cuando son un poquito más mayores pero aún no saben leer, les encantará que nos sentemos con ellos antes de ir a dormir, y que les leamos nosotros los cuentos.
Pueden ser cuentos de reciente edición o adaptaciones de cuentos clásicos.
Y cuando ya saben leer, aunque sea despacio, disfrutarán de ser ellos mismos los que lean los cuentos que de pequeñitos les leían papá o mamá.
Mis cinco recomendaciones:
1º Elegir un cuento adaptado a su edad. Hoy en día todas las editoriales lo indican en la contraportada.
2º Dar ejemplo. Si tu hijo te ve leer, seguramente él también sentirá interés por la lectura.
3º No obligar. Leer no es una obligación. Cuando son pequeños, es un momento de cariño y apego entre padres e hijos. Leer juntos un cuento, es para disfrutar de ello. Para hacer algo incrementando los vínculos afectivos.
Sino le apetece leer es mejor dejarlo para otro día y no insistir.
4º Tener libros a mano. ¿Cómo van a leer de motu propio sino tienen libros en casa?. Un libro es un regalo estupendo. Siempre debería tenerse en cuenta a la hora de planificar los regalos de cumpleaños o para incluir en la carta a los Reyes Magos.
5º Acompañarles a la biblioteca o la librería. Es una actividad estupenda para planificar un fin de semana de vez en cuando. Se puede aprovechar esas tardes frías y lluviosas de invierno, o esas mañanas de calor insoportable en verano. Pasar un par de horas con ellos en la biblioteca de tu barrio o ciudad con es una experiencia maravillosa, positiva y casi terapéutica. Vagar por las estanterías de libros, ojearlos con ellos, comentar las ilustraciones o los títulos, sacarles el carnet de la biblioteca, comprarles el libro que ellos decidan como premio a una gran semana …, son algunas de las actividades que podemos regalarles.
En resumen, leer cuentos a los niños les duerme los ojos, pero les despierta el cerebro.